Un sábado que amanezaba con algo de lluvia pero que resultó en una agradable mañana. Nos desplazamos hasta un jardín en Luarca, para mi un lugar desconocido hasta ahora.
Me gusta cuando las parejas me proponen lugares nuevos pues me hace salir de mi zona de confort.
Esta preboda sirvió, una vez más, para romper el hielo ante la cámara, para que ellos se soltaran, y sobre todo para conocernos mejor. El resultado será que en su boda todo fluira mucho mejor, estaré “infiltrada” como una invitada más y no solo como la fotógrafa que no para de disparar.
Ahora estamos a unas pocas horas de disfrutar de su día, y sé que será increíble porque ellos lo son.
Un placer haber disfrutado con vosotros de esta bonita mañana y deseando “fotear” mañana en vuestra boda. Que ganas chicos!!