Después de varias citas pospuestas por el mal tiempo, por fin pudimos realizar esta preboda. Lara tenía claro que quería unas fotos en la playa y me propuso la idea de hacer un picnic romántico. Y dicho y hecho! Nos pusimos manos a la obra y aquí podéis ver el resultado. Y para combinar la playa con la montaña, decidí ir a la playa del Silencio, una bonita playa en un entorno privilegiado. Y les mostré un rincón que muy pocos conocen que complementó a la perfección con lo que buscábamos.
He de decir que al principio, especialmente Lara estaba un poco vergonzosa pero después de un rato se relajó y se consiguieron tomas muy bonitas y llenas de complicidad. Intuyo que su boda será fantástica y me permitirá hacer un gran trabajo.
Ha sido un placer trabajar con vosotros y que hayáis confiado en mi. Gracias por darme este regalo y gracias por esa tarde tan divertida.